Blogia
sergiobrau

José Javier Esparza en el correo, otra vez genial.

Usted sabrá quién es Idaira: esa concursante de 'Operación triunfo' que ha concentrado la atención de la opinión pública por los bárbaros rapapolvos que
el profesorado del programa le inflige. Ocurre que Idaira desea ser cantante. Y ocurre que los profesores estiman que no debe hacerlo, porque desafina.

Como esto es un concurso de televisión y la puesta en escena manda mucho, el reproche a Idaira ha venido envuelto en modos más bien ásperos, de esos que
ya ningún docente convencional osaría emplear por temor a verse llevado ante la Justicia, acusado de malos tratos. Pero la tele es otra cosa. El espectáculo
admite sangre y lágrimas. Al fin y al cabo, quien va a 'OT' ya sabe a lo que va: a sufrir, y ese sufrimiento es el precio que se paga por una fama efímera.

Tal es el caso de Idaira: quiere ser artista, famosa. Nunca lo conseguiría por vías convencionales, pero el trance de 'Operación triunfo' le va a proporcionar
una fama que, quizá bien aprovechada, le permita lograr su propósito. Mas he aquí que al jurado se le ha ido la mano. He aquí que Idaira ha entrado en
crisis. Y he aquí que el pueblo, siempre generoso, con sus votos ha salvado a la concursante de la quema.

Pero es que he aquí, además, que las autoridades de Tenerife, patria chica de Idaira, se han apresurado a intervenir cerca de Telecinco para defender la
dignidad de su dulce representante. Asombroso. Recordemos que el cabildo es la entidad de gobierno de cada isla canaria. El de Tenerife gobierna en la
suya. Y se ve que no tiene demasiado trabajo, porque su presidente, Ricardo Melchior, ha recibido a los padres de Idaira para expresarles su apoyo y su
vicepresidente, José Manuel Bermúdez, ha enviado una carta a Tinet Rubira, director de 'OT', para protestar por los malos modos que el jurado emplea con
la dulce tinerfeña.

Aquí tal vez sería oportuno hacer algún comentario en voz baja: ¿De verdad un cabildo tiene que meterse en esas cosas? ¿Cómo hemos podido llegar a semejante
grado de ridículo?

0 comentarios