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sergiobrau

Te llevaremos la cruz.

Desde ayer empezó el calvario para Carlos, y ahora debemos apoyarlo y llevar su cruz entre todos. Lógicamente, yo paso de palabrerías y palmaditas en el hombro, y vaya donde vaya, esté donde esté clamaré y pediré justicia. Hace tiempo que vivimos con algo de libertad, el caso Gurpegui nos remonta a principios del siglo Xx, donde el cacique siempre ganaba al campesino. Las victorias, los goles y las muestras de apoyo sé que no pararán, y cada gol, cada triunfo, cada muestra de cariño, será una patada en el hígado de los caciques. A patadas conseguiremos que no aguanten más y que aflojen. Eso sí, nosotros no lo haremos. Carlos aguanta hermano, que estamos contigo.

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