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sergiobrau

Domingo para no olvidar.

Salí de la radio. Me ofrecen llevarme en coche a casa. Gracias, lo necesito. No tengo fuerzas para ir andando. Contrariamente a lo que quisiera, no le he hecho caso al Athletic. Sólo sé que pierde porque lo he pillao de casualidad. Ni me entero de los cambios. ¿Nos estarán achuchando? ¿Cómo estamos jugando? No sé nada, pero sé que no me voy a perder un detalle, porque la maldita tarde de radio se ha acabó. Monto en el coche. Sacamos un córner. Yeste lo bota, Casas cabecea solo y marca. Grito todo lo suave que puedo y con monosílabo "gol". Nerea se asusta. Golpeo muy suave el techo del coche para disimular mi alegría y las ganas de gritar por la ventanilla. Pero sigo anestesiao. Llego a casa, y con la radio en una oreja sintonizo Rivadavia en el oredenador. Boca gana. No sé por cuanto pero gana. Bajo el volumen y me centro en la radio. Controlamos, el Depor es un juguete. Hay penalti a nuestro favor. Apago la radio, quito Rivadavia y pongo Radio Euskadi a toda velocidad. No me atrevo a poner a Jose por si no funciona (perdón por los cuernos jefe.) Orbaiz marca. Ya está. 9 meses de angustia han terminado. Estaba cerca pero no estaba nada claro. Ahora sí. Otro año en primera. Boca gana 0-2 y lo que queda es una pachanga. Jiménez pita el final y otro torneo corto para La BOmbonera. Pasarella no lo ha visto: peor para él.

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