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El miércoles espiró el país entero, porque era la noticia del año. Se olvidó el "Plan Ibarretxe" el "estatut" la OPA de Gas Natural, y todos los temas intrascendentales. Renovó Casillas (merece mucho más), y se paró el país. Todo el mundo suspiró aliviado. ¿Se imaginan el día 1 de enero y Casillas sin renovar? En fin: hace mucho tiempo decidieron las altas instancias que Di Stéfano tenía que ir al Madrid por la ley marcial. Con los tiempos que corren, creo que no llegaríamos a tanto, pero ¿quién sabe? En fin: que los periódicos de mayor objetividad del estado, y la radio más escuchada (donde dijeron 12 horas antes que la renovación estaba complicada), vieron como sus oraciones y plegarias se hacían realidad. Casillas es un fenómeno. Es el mejor portero español con diferencia y entre los 3 mejores del mundo está seguro, y lo merece todo. En serio. Ahora, después del mitin radiofónico en "El Larguero", donde dijo de todo menos "en algo me he equivocao", también respira. Es cierto, es superior a todos. Nunca se equivoca. Todo por el madridismo. Un madridismo, que no lo aguanta. En un porcentaje, digammos alto, cercano al 50, o quizá más. Pero allá él. Renovó Iker, y me alegro, porque se lo merece. También me alegro, porque hasta el 2010, no se encenderán en los objetivos periódicos blancos, las luces de alarma