Boca en la UVI
Boca ha tocado fondo. Creo que no se puede llegar más bajo. Hace casi un año, Boca acarició la gloria (otra vez) con el virrey.
Un año después, está sumido en una crisis que se agranda cada día.
Primero fue Brindisi, un tío sin alegría y sin bastón de mando para dirigir un equipo grande.
No ayudó la confección de la plantilla. Burdiso, Clemente, Villarreal y tévez en diciembre eran muy complicados de sustituir, pero algunas llegadas de antiguos ídolos como Aníbal Matellán (que ya no es el mismo lógicamente), Traversso o Guglielminpietro, han dejado mucho que desear, ssobretodo este último.
La consecución de la Copa sudamericana, tapó las carencias de un equipo que se iba cayendo trocito a trocito. Y mientras, Macri y Benítez peleándose por si fichaban o no al suizo Hakan Yakin.
El mellizo ha bajado el rendimiento, al Chelo le van pesando loss años, Bargas sin encontrar la forma y el sitio. ¿cómo no ha ido a peor?
Porque Palermo (salvando su ida de coco ante Chivas), casi siempre ha dado la talla, Rodrigo Palacio ha ilusionado (sólo 3 meses, pero benditos meses), y ha nacido en Boca Fernando Gago: un futbolista distinto al que ha despreciado a medias el Chino Benítez.
No habrá vuelta por la Libertadores de este año, ni por la del que viene, porque Boca no puede clasificarse tras dos torneos lamentables (ha sacado 47 puntos en 36 partidos).
Con este panorama queda la recopa ante Once Caldas, y el consuelo de la Copa Sudamericana.
La llegada de un entrenador debe ser inminente, y debe de notarse desde que crruce la puerta de Casa Amarilla.
No olvidemos que se cumple el centenario dde Boca, y la historia de este año está por los suelos.
Hay que levantar y no queda más.
Todavía se puede hacer más grande la herida. River sigue en semifinales de la Libertadores, y no quiero pensar más.
¡Levanta boquita!
Un año después, está sumido en una crisis que se agranda cada día.
Primero fue Brindisi, un tío sin alegría y sin bastón de mando para dirigir un equipo grande.
No ayudó la confección de la plantilla. Burdiso, Clemente, Villarreal y tévez en diciembre eran muy complicados de sustituir, pero algunas llegadas de antiguos ídolos como Aníbal Matellán (que ya no es el mismo lógicamente), Traversso o Guglielminpietro, han dejado mucho que desear, ssobretodo este último.
La consecución de la Copa sudamericana, tapó las carencias de un equipo que se iba cayendo trocito a trocito. Y mientras, Macri y Benítez peleándose por si fichaban o no al suizo Hakan Yakin.
El mellizo ha bajado el rendimiento, al Chelo le van pesando loss años, Bargas sin encontrar la forma y el sitio. ¿cómo no ha ido a peor?
Porque Palermo (salvando su ida de coco ante Chivas), casi siempre ha dado la talla, Rodrigo Palacio ha ilusionado (sólo 3 meses, pero benditos meses), y ha nacido en Boca Fernando Gago: un futbolista distinto al que ha despreciado a medias el Chino Benítez.
No habrá vuelta por la Libertadores de este año, ni por la del que viene, porque Boca no puede clasificarse tras dos torneos lamentables (ha sacado 47 puntos en 36 partidos).
Con este panorama queda la recopa ante Once Caldas, y el consuelo de la Copa Sudamericana.
La llegada de un entrenador debe ser inminente, y debe de notarse desde que crruce la puerta de Casa Amarilla.
No olvidemos que se cumple el centenario dde Boca, y la historia de este año está por los suelos.
Hay que levantar y no queda más.
Todavía se puede hacer más grande la herida. River sigue en semifinales de la Libertadores, y no quiero pensar más.
¡Levanta boquita!
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