Un gran fin de semana.

No puede comenzar mejor este editorial. El fin de semana me ha hecho sonreír en lo futbolístico.
Sólo faltó la guinda del Madrid, pero claro, ya era demasiado.
Y más cuando un equipo cobardica como el Mallorca decidió darle al Madrid campo y pelota.
Sólo faltó que jugaran sin portero, (lo único que se salvó del bochorno balear), o que jugaran con 10 (que lo hicieron.)
Román Riquelme volvió por sus fueros. Es mágico, sublime con la pelota, y tiene dotes de crac.
Pero en éste país donde idolatramos y desterramos enseguida, no es su sitio. Porque no hay equipo que quiera sacrificarse para un jugador. Porque la mente de todo futbolista es subjetiva y piensa en su éxito antes que en el colectivo.
El Villarreal (a pesar de pellegrini), es distinto. Porque saben que jugar con Román es que como mínimo te toque el reintegro (llevan 5 seguidos.)
En getafe goleada y lección de Sánchez Flores a Muñoz, pero de las que marcan época.
¿ensayará el zaragoza cómo se defienden los córners en esos bonitos entrenamientos vespertinos?
Para más irritación de mi persona, Víctor Muñoz, premió a García Granero con el debut y el marrón de intentar algo que habían destrozado los titulares. Así se forman futbolistas, dándoles estos marrones: pobre chaval.
Y poco más, porque la real no la mete ni a tiros y es el único equipo que no ha puntuao este año. A pesar del golazo (que lo fué) del canterano Nihat, (Turquia Euskadi da), siguen las chorradillas y el tikitiki que pone nervioso a todo el mundo.
“Cobarde de Deusto”: tu equipo no tiene ni pegada ni lateral derecho. Bueno, hay uno que se llama Zubiaurre y me gusta, ¿a ti no?
Y dedicaríamos tiempo al ídolo, pero tendrá su hueco en el apartado del Athletic
El sonrió y todos sonreimos con él. El ganó y nosotros ganamos.
El gritó el gol y todos lo gritamos. Hasta el escéptico señor de Irún, aplaudió a pesar de que lo metiera con el tobillo.
Larga vida al ídolo.
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