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sergiobrau

Cueste lo que cueste.

e hace complicao escribir los sábados, sobretodo si hace una semana que pasó el partido. Quedan pocas ganas de insulltar al cafre de Pino Zamorano, pocas ganas de llorar la mala suerte del remate de Murillo, de maldecir la suerte zaragocista con esos pepinos que se convirtieron en golazos. Poco queda ya de eso, pero sí las ganas que le echaron, el venirse arriba con lo poco que tenemos, el incansable trabajo de Yeste… Eso me hace concebir esperanzas para mañana. Pedía aquí que si perdíamos en Zaragoza, al menos no regaláramos los goles: de 4 solo regalamos el último, no está mal. Otra vez bajas en defensa y por una tontería, y además uno de los menos malos como es Expósito. Amén de quien deba jugar o no, mañana es la gran final, el ser o no ser. Puede que Villarreal o el partido contra el Levante vayan a marcar nuestro destino, pero mañana hay que ganar. Primero por lo clasificatorio, porque hay una semana de descanso que nos vendrá de perlas, porque puede que saquemos ventaja ante la Real (yo confío), y porque esta bendita y sufrida afición se lo merece. A lo mejor pido mucho, pero mañana hay que tener paciencia, juegue quien juegue, falle o no, mañana solo es momento de animar, de masacrar al árbitro con silbidos y gritos, (ojo, solo con eso), y de alentar hasta la extenuación. Ya llegarán luego los momentos para los reproches y para ajustar cuentas con esta plantilla, pero mañana, como los argentinos:”que ganar… tenemos que ganar. Cueste lo que cueste…”.

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