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sergiobrau

cuando no habla la mar

Cuando la Olimpiada del Remo está a punto de dar el pistoletazo de salida, los inconformistas y enrabietados han soltado una pataleta por ver si tenía efecto, pero de todas formas, aunque los supuestos tramposos sean los que mueven el cotarro, lo peor es que hay gente que les cree, y están tensando la cuerda de la crispación, que ha estado tranquila todo el año. La última chispa la ha puesto el Presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. No negaré la simpatía que ne transmite, pero en la defensa de lo cántabro, está mezclando política y deporte. Astillero se negó el pasado año a pasar un control antidoping. Es cierto que las formas no fueron las más correctas, pero el que se niega, con formas o sin ellas, algo tiene que esconder. La sanción del TSJPV ratificada hace unos días, ha impedido que la trainera de Astillero pueda bogar en aguas vascas durante un año, sin poder participar por tanto ni en la ACT ni en l ARC. Sin embargo, una suspensión cautelar de la sanción supuso que Astillero solicitara al consistorio donostiarra, la invitación a participar en la regata clasificatoria. Si todo se había calmado tras esta marejada y la de derrota polémica de Pedreña, y con todo o casi todo olvidado o silenciado, Astillero ha vuelto a abrir una herida que parece quiere no dejar que cicatrice. Está a punto de conseguir que el remo cántabro aborrezca al vasco, y eso es un error intolerable. Además, Cantabria no debe ni debería, apoyar a una trainera que está bajo sospecha de dopaje, porque el remo cántabro, es mucho más que un solo club de remo, que el año que viene, debería empezar en el grupo segundo de la ARC. Revilla le ha puesto pimienta al asunto, porque ha puesto el dedo en una llaga que les duele a los vascos.Desde la última victoria de Orio, que data del siglo pasado, y con la polémica victoria de la Ama Guadalupekoa el pasado año, las traineras cántabras, han dominado casi sin rivales la regata más importante del remo español, y eso duele en el orgullo, pero nada más. Un dominio que sin embargo este año no se plasma con contundencia en la Liga San Miguel, donde Castro y Pedreña lo están haciendo bien, pero nadie puede doblegar de momento a la trainera de Ondarribia. Por lo pronto, seguiremos viviendo, disfrutando, y personalmente aprendiendo de remo, eso sí, sin tramposos, que a esos, no los queremos ni en el remo ni en ningún deporte ni disciplina. Que cada palo aguante su vela, y cada cuál que lleve su cruz, y si no, haberlo pensado antes.

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