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sergiobrau

Algunas perlas de la jornada

Cuatro gritos y la puerta a cero. Aunque parezca que no, tiene mérito lo de Arconada. No es fácil cambiar el portero de la noche a la mañana. Se la jugó y acertó. Bien es cierto sin querer quitarle mérito a Alberto, que si hubiera jugado yo tampoco me hubieran marcado, pero por lo menos la Real no encajó y eso es noticia, pues es el equipo más goleado con diferencia. Más cobarde no se puede. Puedes equivocarte, cometer errores incluso no reconocerlos. Pero lo de Caparrós ya se pasa de castaño oscuro. No sólo alineó a siete jugadores (sin contar al portero) de corte defensivo en casa, sino que se permitió el lujo de criticar a sus futbolistas en rueda de prensa cargándoles el muerto de la derrota. Es cierto que muy pocos estuvieron a la altura, pero el que menos fué Caparrós, que con su sonrisilla encandila al que se deja encandilar, pero que aburre a las ovejas. No lo hizo mal en Sevilla, es cierto, lo metió en la Uefa, pero lo descalabró al final y lo relegó tras el betis. No me gusta. ¡Aaaaaay Ronie! La gente se echa las manos a la cabeza porque Ronaldo ya no es el mismo. Tampoco es el mismo Forlán y eso parece pasar desapercibido. Madrid y Valencia no jugaron a nada, vamos, lo llevan haciendo así toda la temporada. Yo no sé de qué se quejan... Quiero ser como Osasuna. Dicen que el futbolista se entrega en el campo. Si todos lo hacen por igual, debe haber dos tipos de entrega. Si se entregó el Málaga en Sevilla ante el Betis ¿qué es lo que fué Osasuna ante el Barça? Eso sí es entrega. Lo demás, miedo impotencia o milongas. Y Pablo García en el Madrid... Se vengó García. A Luis García le amargaron la existencia en Zaragoza. Todos: afición (dispuesta a decir hijo de tal y viva la madre que te parió en el mismo partido), y los sabios periodistas que decidieron que ese no era portero para el Zaragoza. Bueno, a lo mejor no, pero el domingo se vengó. Y a algunos se les atragantó el puro, y a otros les costó rezar un rosario con todos los misterios dolorosos por blasfemar interiormente. Su religión y su jefe no se lo permiten. El día de... ¿quién? No sé si malgastar espacio con esto, pero lo cojonudo de todo es que esta semana que viene también es el árbitro.s day. ¡Se lo merencen se lo merecen! s

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