En las manos del diablo.

Siguen las tropelías de Ángel Mari y sus secuaces. La última cacicada, se la han hecho a Daudén Ibáñez y a Pérez Lasa. Y todo, porque no han firmado un papel, en el que solicitaban que Martín Navarrete y López Nieto, que controlan ahora la manipulación arbitral, salgan del tripartito que elige las designaciones arbitrales. Al aragonés, le han quitado la internacionaklidad, al guipuzcuano, le han retirado la solicitud para serlo. Así nos va. Lo peor de todo, es que hay muchos todavía que defienden a los manipuladores, y otros mucho cobardes (todos los árbitros), que pasan por el aro, se dejan manejar y manipular, y no sólo no hacen nada, sinoque todavía agachaan la cabeza y se dejan poner el arnés. Y luego queremos que nos arbitren bien, que sean profesionales y que piten lo que ven. Son unos mercenarios, viven bien y parecen intocables. Pero (perdonen si parezco prepotente pero no pretendo serlo), pero conmigo lo llevan claro.