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sergiobrau

Desconcertado.

Así me dejó ayer el Huesca: desconcertado, desencajado y con las primeras dudas.
Creía (y creo de momento aunque con mayor intensidad), que este equipo iba a ser fuerte, dominador y mandón en el campo.
Si el día de Osasuna me quedé con mal sabor de boca, ayer se amargó de tal forma que ni bebiendo agua se me pasó.
No existió el Huesca en ningún momento, ni con un delantero ni con dos.
El medio ni creó ni elaboró, y paracolmo de males, la defensa falló como unaa escopeta de feria.
El Huesca necesita un tío que mande (es frase de Trallero pero me la adjudico), pero que mande de verdad. Un Dani Vidal barato, un Bona, pero pronto.
No hubo juego por bandas, nada.
Para colmo, Linares debe hacerse un exorcismo o hacérselo mirar de alguna forma, pero tiene que marcar ya. Lo de ayer no tiene nombre, ni lo de Linares ni lo del Huesca.
Espabilen pronto, que la paciencia en Huesca, no es una virtud.

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