Tranquilidad.

Pido tranquilidad a la familia rojiblanca. Si hace una semana nos íbamos a comer el mundo, no podemos pasar ahora a villanos y defenestrados. Todo en su justa medida. ¿Se acuerda alguien de los ridículos de Getafe y en Valencia ante el Levante?
A muchos seguro que les cuesta recordar, porque los éxitos tapan los fracasos, y viceversa.
Seguro que al inicio de la temporada, todos hubiéramos firmado: semifinales de Copa, fuera de la UEFA (es el pero), y bien situados en la liga.
Queda mucho, y los futbolistas necesitan un respiro.
El hincha forofo que lleva Lamikiz en su einterior, salió a la palestra para volver a meter la pata.
¿Qué dijo? Que la eliminación europea era un fracaso. No le falta razón, pero se lo debe callar. Porque todos sabemos que es verdad. La verdad duele, y a los futbolistas les ha escocido.
Eso puede perjudicar, y lo ha hecho.
El domingo, el Albacete debe ser el Bálsamo que calme la herida. No será fácil, pero hay que aprovechar su situación desesperada.
Que Yeste descanse y se recupere para conquistar Catalunya (con permiso de Niubó y Caród), y que los demás saquen estas castañas del fuego, que pueden y deben.