Fabri tiene buena pinta.

Ésa sensación me dejó ayer el gallego cuando nos soportó una hora en Hit radio.
Me quedé con ganas de que hablara más. Parece un encantador de serpientes, que se pasea con su flauta y su cesta por la ciudad.
Y es que comparado con lo de antes, éste nos parece el salvador del mundo. Posiblemente, con el paso de los días se vaya esfumando ésa sensación de todopoderoso que ahora me deja Fabri.
Pero lo que es seguro es que tiene las ideas claras, y que estoy convencido que va a sacar al equipo de la quema.
Con lo que hay no da para más, pero éste sabe lo que se trae entre manos. Y lo mejor de todo es que sabe mucho, pero mucho. Y hay que aprovecharlo.