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sergiobrau

El triunfo del corazón.

Hoy he vuelto a palpitar con Boca. Otra vez me ha hecho gozar y sufrir. Arrancó el partido con ganas, mandando pero sin llegar.En la primera, gol. Palermo remató, y un defensa ayudó a que entrara el 1-0. Insua estuvo cerca en dos ocasiones, y Palacio también lo rondó, pero con un corto 1-0 Boca se fué al descanso. Nada más empezar, el Cata Díaz se confundió, tocó un balón que se colaba en la `puerta vacía del Pato y penalti y expulsión. Abbondanzieri, que en el primer tiempo tuvo una parada colosal, dejó libre la puerta y Díaz se la jugó. Dátolo empató el partido y Boca con uno menos fué a por el segundo. Lo intentó, fué mejor con uno menos y no dejó de luchar por llegar a la meta de Lucheti. Fabale expulsó injustamente a Insúa, por ssimular un claro penalti, y BOca se quedó con 9. Otra vez como contra River, con 9 y con la imperiosa necesidad de ganar. Con diez pensé que Boca lo ganaba, con 9 me lo pensé, porque Insúa era quien canalizaba los balones que mandaban Gago y Ledesma, pero así, sin enganche, me parecía difícil. Y más cuando pensando que iba a entrar el Mellizo para ser héroe otra vez, Basile optó por el Chelo Delgado para el final. No fué Delgado, pero sí Hugo Ibarra quien a los 46, con un fuerte derechazo que supuso la victoria y el estallido de la bombonera. Boca sacó el espíritu de campeón, las ganas de romper 3 empates consecutivos, las ganas de ganar y de reponerse ante la inferioridad. Boca es un equipo justo colectivamente, con grandes individualidades, y con un gran corazón colectivo. Así ha ganado Boca, a lo Boca, con huevos y corazón. Hoy he vuelto a disfrutar con el xeneize, y con Ibarra, al que le tengo gran cariño. Ahora Boca vuelve a compartir liderato, y ya veremos qué pasa. No está bien, pero Battaglia está cerca, y eso le dará solvencia y sosiego en el medio. Tenemos torneo. Quedan 7 fechas.

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