en el purgatorio.

Una victoria, no nos dará el ciello, ni la derrota nos llevará al infierno. Queda mucho, pero el partido del sábado se antoja vital. Vital, no sólo por los puntos, sino por el subidón de moral que produce el no perder, y el creer en ti mismo. Para ello, otra vez el autobús, y el metro o el tranvía si hace falta. Que me perdone el rubio, pero yo no puedo tragar con ese sistema. Repetiré hasta la saciedad, que anular tu mayor virtud que es el ataque, para intentar mejorar tus errores, me parece un error. Los cinco defensas, no sólo muestran desconfianza, sino que al rival le informan de que le respetan, y eso no es bueno. Ante el desquiciamiento general en Málaga, Clemente quiere darles el balón y el partido, y luego correr. Puede que Dañobeitia, que está cerca deentrar, sea la baza y el puñal que meta al equipo local en una nueva crisis. Ah: el Málaga ganó 1-2 en la ida, es bueno recordarlo, porque de momento, nunca se sabe lo que puede pasar. Clemente sigue encabezonado que Urzaiz no es indispensable y hasta incluso innecesario fuera de casa. Me parece un lujo que el futbolista más determinante esta temporada del equipo (en todos los sebntidos), no sea la referencia de un equipo que sin Yeste, está falto de referentes. Y digo esto, porque salvo algunos minutos en el Camp Nou, el de Basauri no ha asomado por ningún lado. Es necesario que vuelva a rendir, porque en el sistema que Clemente plantea fuera de casa, es tan determinante, que si está en su nivel, puede vaaler por dos. Y en estos partidos a vida o muerte, se nota.